viernes, 14 de marzo de 2008

Educación inicia el plazo de inscripción de alumnos en centros públicos de Infantil y Primaria (Diario “La Opinión” 13/03/08)

La Consejería de Educación, Ciencia e Investigación inicia hoy el proceso de admisión de alumnos en los centros escolares sostenidos con fondos públicos que imparten enseñanzas de segundo ciclo de Educación Infantil y de Educación Primaria, según informó ayer el Gobierno regional en un comunicado.

EUROPA PRESS Hasta el próximo día 11 de abril se pueden recoger las solicitudes de admisión que se podrán presentar en los centros escolares escogidos en primera opción desde el día 26 de marzo hasta el 15 de abril.

Como novedad para este curso, la gestión del proceso de admisión se podrá realizar también a través de una aplicación informática, que será utilizada vía internet desde los distintos servicios que participan en el proceso, así como por los centros escolares.

Para acceder a esta modalidad habrá que entrar en la página de la Consejería de Educación (www.educarm.es) desde la que se accede al menú de 'Admisión de alumnos 2008'. Otra de las novedades es la rebaremación del alumno en todos los centros donde solicite su admisión.

En la admisión de alumnos no podrá establecerse discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Asimismo, no podrá percibirse cantidad económica alguna por el concepto de solicitud de admisión, preinscripción o equivalente, ni por recibir las enseñanzas de carácter gratuito.

En cuanto al baremo de puntuación y sus criterios prioritarios, el primero será tener hermanos matriculados en el centro o padres o tutores legales que trabajen en el mismo. Así, trabajar padres o tutores y por el primer hermano en el centro dará cuatro puntos, mientras que los hermanos siguientes darán dos puntos.

La proximidad del centro al domicilio del alumno o al lugar de trabajo de los padres o tutores; las rentas anuales de la unidad familiar; la existencia de discapacidad en el alumno o alguno de sus padres, tutores legales o hermanos; y el expediente académico del alumno en bachillerato, son el resto de criterios.

Como complementarios destacan la condición legal de familia numerosa y otro criterio elegido entre los distintos propuestos por la Consejería que dará un punto.

jueves, 13 de marzo de 2008

El suelo público para la escuela pública

La FEDERACIÓN JUAN GONZALEZ considera que la educación es un instrumento de cohesión social y de progreso por lo que reivindicamos la garantía del derecho a la educación de calidad para el conjunto de la población en el marco de los centros públicos.

La Escuela Pública debe ser el espacio educativo y de convivencia que proporcione al alumnado los conocimientos, hábitos y valores que le permitan acceder una educación integral que les capacite como ciudadanos y les garantice la formación adecuada para su futuro. Entendemos que esa debe ser la responsabilidad de los gobernantes, pues la gestión de los recursos públicos y la garantía de los derechos básicos de la ciudadanía deberían ser los únicos objetivos a conseguir.

Sin embargo, la Consejería de Educación, máxima responsable de la gestión de los centros públicos, aplica una política que tiende a debilitarlos haciendo que compitan en desventaja con centros privados que seleccionan a su alumnado. Lo hace además como parte de una política de enajenación de bienes públicos a favor de intereses privados: ceder terrenos públicos a empresas; transferir una parte creciente de su presupuesto para la construcción de centros privados y para concertar nuevos centros, etc.

Esta política priva a los centros públicos de unos recursos imprescindibles y disminuye progresivamente la oferta educativa pública a favor de la oferta privada.

Es importante que los padres y madres que defendemos la escuela pública tomen conciencia de que estamos ante una manipulación política y una burla al derecho a la educación gratuita, pues es evidente que este derecho en toda su extensión, sólo se puede asegurar en los centros educativos públicos que no divide a los grupos sociales, independientemente de su procedencia y recursos económicos, culturales o de cualquier otra índole y esto consideramos que supone un patrimonio social que debemos defender como ciudadanos.

Por todo ello, la FEDERACION JUAN GONZALEZ junto a las organizaciones que conforman la Plataforma de Escuela Pública impulsará movilizaciones en torno a la campaña EL SUELO PÚBLICO PARA LA ESCUELA PÚBLICA con el objetivo de contribuir a un cambio en la política educativa regional que ponga el sistema educativo al servicio de todos.

Orientaciones para padres con hijos adolescentes

Sus hijos están ya en la adolescencia

Esta etapa supone un paso importante entre la
niñez y el mundo adulto. Muchos padres cuando llega la adolescencia se encuentran con un niño/a que ha dejado de serlo y no saben como actuar ante: muestras de inconformismo, desobediencia, actitudes de salirse con la suya, engañar a los padres ocultando cosas, no hacerles caso y hacer mucho más caso a los amigos/as, problemas con la ropa, salir por la noche, salir con chicos/as etc.

Para empezar a trabajar con un adolescente debéis partir de dos elementos: cómo es
vuestro hijo/a y cómo actúan los adolescentes. Todos los aspectos que he destacado al principio son frecuentes y normales, siempre que no sean exagerados, como que se enfaden frecuentemente con los padres, porque no les dejamos hacer alguna actividad, es normal, pero si se enfada con insultos o mucha agresividad ya no es tan normal. Una reacción así puede nacer, por ejemplo, por haber estado muy consentido/a o sobreprotegido (ha hecho un poco lo que le ha dado la gana) o que vosotros (padres) sois muy duros y no le dejáis hacer casi nada.

El adolescente busca seguridad en su pandilla, aunque estas son todavía poco estables. Necesita menos afecto de los padres (pero si apoyo y comprensión) y busca su independencia en este camino el chaval/a debe aceptar la autoridad paterna, pero debemos dialogar y negociar más que antes (ya no sirve eso de “porque lo mando yo”). También debemos hacer entender al joven cuando sus razonamientos son sensatos y cuando no (no es fácil, pues sólo piensan en el presente). En este momento de la vida del joven, las madres y los padres se pueden ver desbordados, así que necesitaréis mucha ayuda mutua. Si el padre (o madre) no ha estado muy implicado en la labor educativa, su presencia "sólo" para controlar, puede provocar actitudes de rechazo del adolescente. Por eso, madre y padre deben ponerse de acuerdo en su estilo de educar (normas y límites del hogar). Los padres deben apoyarse y razonar lo que pasa con el hijo/a.

La madre suele ser más contemporizadora y el padre más duro
pero la idea o norma debe ser la misma. Por ejemplo, "si debe venir a casa a las 10 de la noche, se debe cumplir, si hay una fiesta especial se puede decidir que venga a las 11, pero esta decisión debe ser hablada. Si se cambia mucho de opinión o cada uno le dice una cosa, se irrita innecesariamente a los chicos. Con la edad, hay que ir cambiando esas normas, dado que lo importante es que los chavales tengan su propio autocontrol.

La prioridad de los padres debe ser: buscar que el adolescente sea
RESPONSABLE de sus estudios (amigos y ocio) cada vez más y que cumpla los acuerdos y normas familiares (que debe conocer bien) para que poco a poco sea él, el que se controle y organice (empezando por su cuarto, estudios, paga semanal, horarios de entrada y salida etc.). Las muchas solicitudes o demandas de su hijo/a deben ser filtradas por dos factores: ser razonables y justas, en relación a su edad y a su responsabilidad. Rechazar presiones o chantajes y no dar falsas esperanzas..., se puede negociar y llegar acuerdos pero estos deben ser totalmente cumplidos. Tampoco debemos hacerles chantajes afectivos (ej.: no decir a su hijo/a "cómo me haces esto a mí, con lo que yo te quiero").

Querer a un hijo/a adolescente ya no debe basarse sólo en besos y abrazos, sino en
diálogo y aprecio por lo que el joven piensa y hace. Educar es más que querer, aunque a veces el chico/a no entienda nuestras razones y se enfade. El amor debe ir unido al respeto, no se debe perder el respeto a un hijo/a, pero tampoco permitir que él/ella nos pierda el respeto. No se gana nada con los gritos y reproches.

Cuando vuestro hijo/a empiece a ponerse tonto, se le dice lo que debe hacer y
uno se va de la habitación donde se esté con él, no le enseñemos a “dialogar” a gritos. Un adolescente necesita limites, más amplios y flexibles pero igualmente claros que cuando era un niño/a. Negociar no es malo, siempre que el chaval acepte los acuerdos y no se los salte. Debemos valorar su responsabilidad y premiarla. Si se pasa, debe ser castigado, normalmente con el "dinero y el tiempo en la calle", pero nunca quitarle todo, si no una parte de la paga o el tiempo de amigos o juegos (para que realmente valore el castigo). No castigar con tener que estudiar más horas (no lo hará), ni premiar con regalos por las notas; estudiar es su obligación y una parte de su futuro, él/ella debe valorar su importancia. Los premios y regalos deben basarse en la madurez y esfuerzos que realiza en su comportamiento en general.


Algunas orientaciones para mejorar las relaciones con su hijo/a

1. Hay que explicar las razones que tenemos para oponernos a algo o castigarlos.
2. Debemos escuchar cuidadosamente antes de decidir sobre lo que nos piden.
3. Debemos seguir preparándolos en los hábitos domésticos (limpiar, fregar...) y rutinas personales (higiene personal y de su cuarto).
4. Analizar más QUÉ hace, que POR QUÉ lo hace..., siempre nos preguntamos por qué, pero a veces las respuestas no son fáciles, es mejor saber qué hace el joven para apoyar o desalentar una conducta concreta.
5. Debemos de ser positivos, hacer que la responsabilidad que le pedimos sea sinónimo de educación, sensibilidad, organización y sensatez.
6. Debemos elogiar más que castigar.
7. Sea prudente, pero sobre todo, constante, no se rinda fácilmente.
8. Formule sus peticiones de forma CLARA, FIRME Y SEGURA. Los adolescentes suelen cebarse con los padres demasiado inseguros. Cuando su hijo/a no quiera hablar pregúntele cuando podrán hablar con él/ella. No le obliguemos.
9. Evite caer en comentarios hirientes o irónicos. No dé importancia a esos comentarios de su hijo/a, a no ser que sean graves.
10. Si se ha equivocado reconózcalo rápidamente y sin tapujos.
11. Evite desacuerdos con su pareja delante de los adolescentes.
12. Dígale a su hijo/a exactamente lo que debe hacer y lo que no, cuando le pedimos algo.
13. Delegue en él/ella responsabilidades de la casa.
14. Haga que el adolescente participe en las discusiones o reflexiones familiares.
15. Hable a su hijo/a adolescente de cómo se siente ante los sucesos de la vida, de sus preocupaciones y de cómo les van las cosas.
16. Evite poner etiquetas a sus hijos (“mi hijo es un/a...”).
17. No deje de exigirle en aspectos morales o sociales.
18. Valore la escuela y su esfuerzo, no sólo en el aspecto de notas o por aprobar, sino como medio para aprender para la vida.
19. Valore en su hijo/a la idea del compromiso.
20. Anime a su hijo al pacto y la reflexión sobre: horarios, actividades, paga, regalos, tiempo de TV, ocio...
21. Debemos estar atentos a los cambios bruscos. Todo cambio fuerte tiene una causa.
22. Haga lo que pueda por su hijo/a, el esfuerzo y el cariño siempre tiene recompensa.
23. Permita a su hijo equivocarse y rectificar. Evite sentirse decepcionado/a ante el primer fracaso.
24. Piensen que son ustedes un buen padre y una buena madre, la perfección no existe.


En los estudios

1. Procure que su hijo/a lleve una vida ordenada y descanse el tiempo necesario. Aconséjele sobre la planificación en los estudios. Antes de buscar ayuda para su hijo/a en los estudios analice si se esfuerza lo suficiente y valore sus problemas concretos.
2. Ofrézcale su colaboración, pero no haga nada que él pueda hacer solo.
3. Motívele elogiando sus esfuerzos, valorando sus cualidades personales (todos tenemos alguna) y aceptando sin desánimo sus limitaciones. Propóngale metas y esfuerzos realistas.
4. No oculte información al tutor/a. Analice la información que le dan.
5. Trate a cada hijo con iguales normas, pero valorando sus diferentes formas de ser.
6. No compare a sus hijo/a con otras personas o familiares.
7. Preocúpese por él/ella como persona, no sólo como estudiante.
8. Critique o corrija sus fallos (lo concreto), pero nunca su persona (por ejemplo “eres un desastre”).
9. Evite proyectar sobre sus hijos sus éxitos o fracasos vitales.
10. Oriéntele, pero evite imponerse en las opciones académicas de su hijo/a.
11. Tenga una visión positiva de la vida, las personas y de su hijo/a.

¿Es justa la libertad de elección de escuela?

"El alumnado más desfavorecido se concentra en determinadas escuelas, escuelas que reúnen la nueva inmigración y alumnado autóctono en situación de riesgo social, mientras que otros centros, en su mayoría concertados pero también algunos públicos, gozan de una homogeneidad social que les permite desarrollar los procesos de enseñanza-aprendizaje sin tenerse que ocupar de si sus alumnos conocen la lengua de enseñanza, amenazan o no a los profesores o vienen cada día a clase".

(Xavier Bonal profesor de sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona - El País 13 de febrero de 2006)