martes, 24 de noviembre de 2009

Decálogo para formar un delincuente

Da la sensación de que el profesor ha dejado de ser maestro y se ha convertido en profesor de conocimiento del medio, de matemáticas, etc., pero ya no puede, o no le interesa (y posiblemente con razón) inculcar una serie de valores como el respeto y la tolerancia.

Emilio Calatayud el popular juez de menores de Granada es conocido por sus sentencias educativas y orientadoras que pretenden darle otra oportunidad al menor que ha cometido un delito, ha publicado un libro: 'Reflexiones de un juez de menores' (editorial Dauro), en el que inserta un 'Decálogo para formar un delincuente Decálogo para formar a un delincuente:

1: Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
2: No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3: Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
4: No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
5: Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6: Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7: Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8: Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
9: Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
10: Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

“Y CUANDO SU HIJO SEA YA UN DELINCUENTE, PROCLAMEN QUE NUNCA PUDIERON HACER NADA POR ÉL”.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Europa Laica exige retirar los crucifijos de las aulas públicas españolas

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dado la razón a una ciudadana italiana y ha dicho que las cruces en las clases violan la libertad religiosa

La asociación Europa Laica ha reclamado que se retiren los crucifijos que aún adornan las aulas de muchas escuelas públicas españolas. Lo ha hecho después de que la semana pasada el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dijera que su presencia en las clases de los colegios italianos constituye "una violación del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y "una violación de la libertad religiosa de los alumnos". El tribunal daba la razón a una mujer italiana que pidió en 2002 al instituto público en el que estudiaban sus dos hijos, en Abano Terme (Padua), que retirara los crucifijos de sus aulas.

"España también ha sido reprobada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos", dijo Europa Laica en un comunicado. "El Estado español, al permitir la exhibición de crucifijos y demás símbolos religiosos católicos en un buen número de centros escolares públicos, también vulnera la libertad de conciencia del alumnado y los derechos de los padres y las madres a educar a sus hijos según sus convicciones", añadió. En España, retirar o no los crucifijos depende de la decisión del consejo escolar de cada centro.

Un uso moderado de videojuegos puede tener una influencia positiva en la educación de los niños

Un estudio de la Universidad de Granada con 266 niños de 11 a 16 años pone en relación el juego con varios tipos de inteligencia

Los videojuegos pueden llegar a tener una influencia positiva en la educación de los niños y, utilizados de forma moderada, no perjudican a su rendimiento académico, según una investigación realizada por el departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universidad de Granada. El estudio, realizado por Ángeles Llorca Díez, analizó una muestra formada por 266 participantes con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años, junto con sus correspondientes padres, según ha informado la Universidad de Granada.

El trabajo pretendía investigar si las actitudes de los usuarios ante los videojuegos y la forma en que los utilizan repercuten significativamente en variables cognitivas, en concreto en la inteligencia espacial, la autoeficacia y el rendimiento académico. A los menores participantes se les hizo una entrevista semiestructurada, una encuesta sobre uso y preferencias con los videojuegos, dos test de inteligencia y un inventario de autoeficacia, mientras que los padres rellenaron una encuesta sobre opinión, conocimiento y actitudes personales ante los videojuegos.

La investigación ha revelado que los varones no sólo juegan más que las chicas, sino que empiezan desde muy pequeños, resultado que podría estar relacionado con una influencia "claramente cultural". El estudio también ha apreciado que los participantes, a medida que juegan con mayor frecuencia, lo hacen más tiempo, lo que a juicio de la autora "confirma la preocupación de algunos investigadores sobre la posibilidad de que algunos videojuegos creen adicción".

También hay diferencias de género en cuanto a lo que los jóvenes exigen a los videojuegos, de modo que los varones son más rigurosos que las chicas y prefieren juegos que sean realistas e impactantes y les planteen retos que les permitan competir, e incluyan elementos gráficos y sonoros elaborados. Más de la mitad de los padres encuestados tiene una opinión desfavorable sobre los videojuegos, aunque los siguen comprando para sus hijos y no adoptan criterios de protección en el momento de adquirirlos (en el mejor de los casos, respetan la edad recomendada).

Según la investigación, la variable del rendimiento académico "no sólo se ve afectada por el uso de los videojuegos, sino que las horas de estudio y la percepción de autoeficacia se han evidenciado predictoras del éxito escolar". Casi un tercio de los adolescentes juega sólo los fines de semana, y "en realidad son pocos los que juegan a diario", según la investigación, que indica que más de un 40% de los niños juega entre una y dos horas cada vez que lo hacen y sólo un 7% lo hace durante más de tres horas. El estudio también arroja resultados como que un 40% de los encuestados tiene problemas derivados del uso de videojuegos, pero un análisis más pormenorizado establece que el mayor porcentaje corresponde a que "alguien le dice que juega demasiado", seguido de las "discusiones con los padres".