martes, 25 de noviembre de 2008

Estimular el orden personal

Arreglar el lío
Cada vez que entras en la habitación de tu hijo, ¿ves ropa, juegos, libros y cuadernos abandonados en cualquier rincón? ¿Restos de comida y objetos imposibles de esquivar? No desesperes, es algo muy común. Pero, unas sencillas pautas pueden devolver la armonía a sus caóticos dormitorios.

Ana Leñador


Algunos chicos están acostumbrados a dejar todas sus cosas tiradas en cualquier lugar del cuarto, no las recogen y no tienen un sitio fijo donde guardarlas. Nunca saben dónde está aquello que necesitan y se pasan horas buscándolo. Se trata de un comportamiento habitual en los menores, ya que aún no han interiorizado las reglas básicas de responsabilidad y orden que existen en la mayoría de los hogares. Aun así, no todo está perdido, es posible ayudarlos a convertirse en personas organizadas. Sólo es preciso seguir una serie de estrategias.Un buen comienzo puede ser diferenciar los espacios de trabajo de los lúdicos dentro de la habitación, lo que enseñará al pequeño a comprender que cada actividad tiene su espacio propio y que los objetos relacionados con ellas deben situarse juntos, para facilitar su localización y acceso. De esta forma se evitará que el niño deje sus cosas en cualquier sitio de la casa.

Formar en buenos hábitos
Desde los cuatro años, los pequeños ya poseen las habilidades necesarias para cooperar en las actividades diarias de la casa. Por tanto, para que el pequeño sea ordenado y limpio en el futuro, es necesario inculcarle buenos hábitos cuanto antes, como hacerle ordenar sus pertenencias, poner la ropa sucia en el lugar adecuado, lavarse las manos antes de comer, etc.La mejor forma de conseguirlo es mediante la constancia; es decir, todos los días hay que recordarle sus actividades, sin olvidar reconocer y agradecer su colaboración. Por otro lado, es fundamental darle ejemplo; si el menor observa que sus padres llevan a cabo las mismas tareas diariamente, se verá motivado a imitar ese comportamiento y a aprender las reglas familiares. También hay que explicarle la necesidad y la función de cada actividad y las consecuencias negativas de no realizarla correctamente. Por ello no es recomendable gritar, presionar o castigarlo para que haga lo más conveniente, sino darle razones valiosas. Debe darse cuenta de lo necesario que es aprender a ser autónomo, a cuidar y ordenar sus cosas, a preparar la mochila, la ropa para el día siguiente e, incluso, a cuidar su higiene correctamente. Una forma de fomentar sus hábitos es permitirle que colabore en las tareas cotidianas de la casa desde pequeño y premiarlo siempre por el trabajo bien hecho. Si, por lo menos, ha intentado mantener las cosas en orden, es necesario mostrarle que su esfuerzo ha sido positivo, recompensándole de algún modo y animándolo a repetir la experiencia en las próximas veces.

El cuarto no es un museo de historia
Es normal que el chico posea juegos y ropa que ya no le gusten ni necesite. Hay que explicarle que las cosas que él no quiere pueden servirle a otras personas, en lugar de estar ocupando espacio en su habitación. Es conveniente que, cada cierto tiempo, seleccionéis y separéis juntos la ropa y los objetos que ya no quiera, para dejar espacio a las cosas nuevas. A la hora de colocar y guardar todas sus pertenencias, resultan muy prácticas las cajas de plástico. Utilizad varias diferentes y estableced un código de colores para clasificar los objetos: por ejemplo, rojo para los libros, azul para los juguetes, amarillo para los recuerdos, naranja para la ropa de otra temporada, marrón para el calzado…Es conveniente, además, preparar los armarios para que el niño tenga las cosas al alcance de su mano. Para que se acostumbre a colgar la ropa, coloca la barra de las perchas a su altura y pon algunas repisas más bajas. Las perchas de plástico son las más adecuadas en estos casos. En las repisas superiores puede guardar la ropa o los juegos que sólo utilice ocasionalmente. Ganchos o perchas detrás de la puerta resultan cómodos para que cuelgue el abrigo o la mochila. De esta forma, evitarás que los deje en cualquier sitio de la casa.